En una guerra de ángeles sin espadas,
de dolor y amargos silencios neutros,
lentamente dos corazones agonizan,
transformando colores a cenizas
Dando inicio aun infierno de peleas absurdas,
con heridas de quien menos se creía,
donde la felicidad fue desterrada
y crecen en su lugar reproches con los días
De las manos van escapándose los planes,
mientras se deslizan en frías gotas por el rostro,
el cielo de amor tan anhelado es ilusión lejana,
una rosa marchita, un pérdida de sueños…
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