Recorriéndome la piel,
Un susurro de mi corazón,
Conformaba la plegaria
Tejida por mis labios;
Esperando hallar los tuyos.
Maquillando al silencio,
Latidos de mí para ti,
Conforman estos versos
Para decirte…
Te quiero…
Te extraño…
Te necesito,
Aquí.
jueves, 29 de julio de 2010
Porfia
Porque...
Liando pasado y presente,
revolviendo el inconciente,
días de vida y de muerte,
buscando algo de suerte.
Terminé ganando mi fosa,
ranura repleta de prosa,
con suplicante sinfonías,
por no tener mis poesías.
Porque siendo yo poeta,
rápido moría en esa grieta,
sin encontrar lo que quería,
¡Esas gotas de alegría!
Porque al intentar escapar,
la soledad se volvía anticipar,
amarrándome sin sentido…
al lugar del cual había huido.
Repitiendo
El cielo se caía cierto día
Arrojando monogramas,
Piezas de rompecabezas
A lo largo del panorama.
Mientras todos miraban
Suprimiendo las palabras;
Un pequeño algo buscaba
Corriendo en la penumbra.
Sin importar el murmullo,
Imprimía su alegría,
Sonriendo al horizonte,
Templando a la ciudad fría.
Repitiendo…
El corría y sonreía,
¡Un día más de vida!
Esa era su alegría…
Y ahora yo…
Contemplo el ocaso,
Junto al éxodo de palabras,
Perdiendo tantas cosas…
Sin saber que decir,
Si actuar con un monólogo,
Mientras el protagonista muere.
Muere… por ser nombrado,
Muere… suplicando….
Marcando letras con sangre.
Muere… y ahora yo…
Yo… a quien llamaron poeta,
Soy quien niega la respuesta.
Y ahora yo…quien hace sufrir;
Yo… a ese “te quiero”
Por un latir…
miércoles, 28 de julio de 2010
Sellar
Aprendí que el mundo cambia, sin cambiar,
que cada día vivido, es único… irrepetible;
que aunque llueva entre las nubes, sale el sol,
que las estaciones se mezclan formando una flor.
Aprendí a conocer la eternidad en un momento,
a valorar el coleccionar de los instantes mágicos,
a sellar el mapa del mañana, dejando el presente,
a caminar, sin mirar, sin buscar un rumbo fijo.
Aprendí que los caminos se bifurcan, sin curvarse,
que la vida es un bosquejo colmado dulces sueños,
que cada uno de ellos es un comienzo y un final,
que somos artesanos del compartir de la historia.
Aprendí a esperar paciente por un te quiero,
a detener las palabras, hasta hallar un beso,
a compartir lo que siento entre los versos,
a convertir la vida en motivo de poesía.
Sonreír
Llueve
Rayas…monograma,
grafito del lápiz
cubre al cielo;
sol tras nubes.
Llueve…
Y en cada gota,
un recuerdo
En cada gota...
un momento
En cada gota,
un beso
cárcel de mis palabras.
En cada gota,
tu mirada…
En cada gota,
tu nombre,
graffitis de colores.
Hoy llueve…
y en mi corazón
ya no hay pena…
porque con ilusión
a ti te recuerda…
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