miércoles, 28 de julio de 2010

Sellar



Aprendí que el mundo cambia, sin cambiar,
que cada día vivido, es único… irrepetible;
que aunque llueva entre las nubes, sale el sol,
que las estaciones se mezclan formando una flor.

Aprendí a conocer la eternidad en un momento,
a valorar el coleccionar de los instantes mágicos,
a sellar el mapa del mañana, dejando el presente,
a caminar, sin mirar, sin buscar un rumbo fijo.
Aprendí que los caminos se bifurcan, sin curvarse,
que la vida es un bosquejo colmado dulces sueños,
que cada uno de ellos es un comienzo y un final,
que somos artesanos del compartir de la historia.

Aprendí a esperar paciente por un te quiero,
a detener las palabras, hasta hallar un beso,
a compartir lo que siento entre los versos,
a convertir la vida en motivo de poesía.

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