jueves, 28 de enero de 2010
Abominación
Envueltos con la penumbra de la amargura
afligidos pies descalzos transitan sin salida,
buscando un rayo de sol en la dolida avenida
y encuentran un oasis en el desierto de locura
Pero cada día queda más arisco el río del sueño,
sorprendido ante el quiebre de la vida humana,
vacila en su despliegue con el sol de la mañana
porque…aquí el futuro tiene inscripto un dueño.
Padecen inocentes en el atroz final irresistible,
el furor de la masa congela el gemir del llanto,
a la pobre tierra ya no le queda ningún encanto
y me cuesta vivir en esta mutación abominable.
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